El Partido Popular de Castilla-La Mancha expresa su rotundo rechazo al cierre de la Unidad de Larga Estancia de Salud Mental (ULE) en Guadalajara, impulsado por el Gobierno regional, y muestra una clara oposición a esta medida.
El responsable de Sanidad y diputado regional del PP, Juan Antonio Moreno Moya, junto a los diputados autonómicos por Guadalajara, Itziar Asenjo y Nacho Redondo, han sostenido una reunión con los trabajadores de esta unidad. En ella, los empleados han detallado la situación actual, según informa el PP en una nota de prensa.
Desde el PP, afirman: «Compartimos la inquietud de pacientes, familias y profesionales del Instituto de Enfermedades Neurológicas de Guadalajara, especialmente en la Unidad de Larga Estancia de Salud Mental (ULE). Nos han comunicado la decisión irrevocable del Gobierno regional de cerrar esta unidad».
La ULE es una unidad hospitalaria especializada en pacientes psicogeriátricos con deterioros e incapacidades graves, a menudo con historial de enfermedad psíquica, para quienes la integración familiar no es viable.
Los trabajadores de la ULE han informado al PP que, tras una reunión el 24 de septiembre con representantes sindicales, la Gerencia de Guadalajara notificó el cierre inmediato y definitivo de la unidad. Este proceso se prevé para la segunda quincena de octubre, con la reubicación del personal correspondiente.
La Gerencia ha indicado a los profesionales que los pacientes serán transferidos a otros dispositivos durante la segunda quincena de octubre, sin planes para abrir una nueva unidad similar.
La principal preocupación, tanto para los profesionales que atienden a estos pacientes como para el Partido Popular, radica en las 19 personas residentes en la ULE. Se trata de pacientes psiquiátricos con deterioros crónicos y alta dependencia, cuyo historial clínico y social impide una adaptación fácil a otros recursos. Requieren rutinas estables, un equipo conocedor de su evolución y cuidados personalizados, en un entorno seguro.
El cierre obligaría a reubicarlos, lo que conlleva un alto riesgo de descompensación clínica. Algunos de estos pacientes llevan décadas en el centro; por ejemplo, uno está ingresado desde 1969, sumando más de 50 años de institucionalización ininterrumpida.
Para estos 19 pacientes, la ULE no es solo un recurso sanitario, sino su hogar estable durante décadas. Cambiar de entorno tras tanto tiempo representaría una ruptura traumática, con graves riesgos de descompensación psiquiátrica, deterioro funcional e aislamiento.
La administración ha ejercido una tutela sanitaria y social durante medio siglo, por lo que resulta incoherente y peligroso trasladar ahora a los pacientes a un recurso diferente. La ULE ha funcionado como referencia regional incluso antes de la creación formal del Instituto de Enfermedades Neurológicas (IEN), lo que hace incomprensible esta medida drástica y traumática por parte de la Gerencia provincial y el Gobierno regional.
Por estas razones, el Partido Popular exige al presidente autonómico, Emiliano García-Page, que revise esta decisión y actúe priorizando el bienestar de las personas por encima de cualquier interés partidista.