Utilizaban tarjetas de carburante en gasolineras de Guadalajara, Madrid y Huesca.
La Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara en el marco de la operación “Chacota” ha detenido en Azuqueca de Henares a tres personas integrantes de una organización criminal como presuntos autores de varios delitos de estafa mediante el uso indebido de dos tarjetas de carburante que ocasionó un perjuicio económico de 29.000 euros.
Fue el pasado mes de junio cuando comenzó esta operación tras una denuncia del gerente de una empresa de transportes en el Puesto Principal de Azuqueca de Henares, que indicaba que tenía cargos irregulares en dos de sus tarjetas de repostaje. Las investigaciones se centraron en un empleado de esta empresa que había sido contratado de manera eventual y que podría haberse apoderado de las citadas tarjetas y que las cedía a otras dos personas a cambio de dinero, posteriormente estas personas repostaban en distintas gasolineras de las provincias de Guadalajara, Madrid y Huesca.
Tras una minuciosa investigación y gracias al estudio del visionado de las cámaras de las estaciones de servicio, se logró identificar y detener a los presuntos autores de estos hechos el pasado lunes en la localidad de
Azuqueca de Henares.
Los detenidos con edades comprendidas entre los 58 y los 42 años, de nacionalidad rumana, marroquí y española, fueron entregados junto con las diligencias practicadas en el juzgado de instrucción en funciones de Guardia de los de Guadalajara.
Un cuarto detenido que estafó más de 21.000 euros La Guardia Civil de Azuqueca de Henares detuvo el pasado lunes a un varón, de 54 años y de nacionalidad española, como presunto autor de un delito de estafa que defraudó a una empresa más de 21.000 euros.
Estos hechos fueron denunciados en la Guardia Civil de Chinchón (Madrid) por el responsable de una empresa de transportes que detectó movimientos económicos irregulares realizados con sus medios de pago.
Las investigaciones practicadas por la Guardia Civil han permitido la detención de este individuo, que después de ser despedido en la empresa en la que trabajaba, continuó utilizando medios de pago corporativos en distintas
áreas de servicio y empresas ubicadas en las provincias de Madrid y de Guadalajara.



