Desde el 3 y hasta el 6 de junio, más de 1.300 alumnos en Guadalajara se enfrentarán a la Prueba de Acceso a la Universidad, que se celebrará en el edificio Multidepartamental y en la Facultad de Educación del Campus de Guadalajara.
Mañana comienza uno de los procesos más duros y estresantes que tienen que vivir los jóvenes en su etapa de estudiantes, la temida Prueba de Acceso a la Universidad, también conocida como PAU, sin embargo esto no la hace menos amenazadora. Se trata de una prueba que puede suponer la entrada o no a los estudios que quieres hacer y por lo tanto el primer paso a tu futuro laboral.
Muchos de los jóvenes de Guadalajara están a apenas unas horas de comenzar este maratón de exámenes que se reparten en 4 días, comenzando mañana 2 de junio y terminando el viernes 6. Con motivo de ello desde ‘La Clave de Guadalajara’ hemos hablado con Andrea García Beato, vocal del Colegio Oficial de Psicología de Castilla-La Mancha, para que nos de algunos consejos para como sobrellevar estas horas antes de los exámenes.
No solo es normal estar nervioso, es incluso bueno
Es normal que los estudiantes vean el examen como una amenaza, al final hay mucho en juego y eso produce estrés, esta prueba es importante para conseguir el futuro que deseamos. «Sentir nervios, sudar, sentir esta taquicardia no es un error, sino de hecho es una señal de que nuestro cuerpo está funcionando perfectamente y que se está preparando para hacer frente a esa potencial amenaza que es el el examen» nos indicaba Andrea García Beato.
De hecho, añadía que un nivel medio de estrés y ansiedad es lo que nos mantiene activos, preparados y alertas para leer mejor las preguntas del examen y así poder dar la mejor respuesta.
La técnica Pomodoro
Para la tarde de antes hay que hacer una buena planificación, lo que no esté dentro ya de la cabeza no va a estarlo por más que lo intentemos, es decir, no es objetivo ni realista querer aprenderse todo un temario en la tarde de antes, pero si que se puede hacer repaso de aquellos temas o cuestiones que tengamos con más dudas.
García Beato nos ha recomendado la técnica Pomodoro «estudio por ejemplo una hora o dos horas y paro y descanso diez o 20 minutos y así hago varios bloques hasta que termine de repasar aquello que me había propuesto». También sería aconsejable, si se puede, el hacer simulaciones de exámenes.
En cualquier caso, lo que ha destacado es que los bloques de descanso deben ser reales «meterme en TikTok y estar todo el rato viendo vídeos, por ejemplo, pues no es descansar, pero si lo es una ducha, darte un paseo aunque sea alrededor de tu manzana, o acariciar a tu mascota o hablar con tu familia». Aunque también ha subrayado la importancia que si se decantan por hablar, el tema de conversación no sea el estudio.
La dura noche de antes
Superar la tarde es relativamente sencillo, pero muchos de los que estéis leyendo esto sabréis que lo duro es la noche, intentar relajarse y dormir cuando sabes que se viene una prueba mental de élite es complicado.
«En cuanto a los nervios de la noche, la respiración diafragmática puede ser muy buena idea o una técnica muy adecuada en estos casos. Sería algo así como coger el aire por la nariz hasta que notemos que se nos hinchan ya no solo los pulmones, sino que como que llegamos hasta la parte baja de los pulmones y se nos hincha un poquito la tripa, lo soltaríamos por la boca lo más despacio que podamos, como si tuviéramos una vela delante y no la quisiéramos apagar.»
Realizar ejercicio también puede ser una gran opción aunque es importante que se haga dos horas antes de nuestra hora de ir a dormir, porque hacer deporte activa nuestro organismo.
Una vez en la cama, hay que evitar pensamientos negativos y también los que sean demasiado positivos, de tal manera que recurramos a frases como ‘voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda’. Y para relajarnos podemos recurrir a escuchar un podcast o a leer un libro, siempre y cuando no sea del temario.
La mañana del examen
Llegó la hora de la verdad, ya no son horas sino minutos lo que separa a los estudiantes de la prueba. ¿Conviene repasar en ese momento? seguro que es una pregunta que muchos se hacen, pues Andrea García lo tiene claro «si de lo que no me acuerdo es algo súper puntual, como una fecha concreta, el nombre de un autor, pues oye, ahí sí lo puedo mirar en un segundo. Pero claro, el objetivo justo antes de entrar en el examen no puede ser voy a estudiarme todo el tema o voy a repasarme todo un tema».
Recurrir al café o a las bebidas energéticas tampoco es lo más adecuado, pero si podría ser buena opción tomar un trago de agua, «el examen es como una amenaza. Y si yo tuviese a una amenaza persiguiéndome, no me pararía a beber agua. No. Entonces el beber, aunque sea un pequeño traguito de agua, es como mandarle a nuestro cuerpo la señal de que no nos está persiguiendo ningún león. Además, la hidratación ayuda también a la ejecución de la memoria y de la concentración».
Desde La Clave de Guadalajara confiamos en haberos ayudado y ahora solo nos queda desearos mucha suerte y a por ello.
